Thursday 6 May 2010

To be foreign in Ecuador...




La cara de intercambio parece así - una mezcla de personas de raíces e historias diferentes. Cada estudiante de intercambio viene a Ecuador con apariencias y perspectivas diferentes que afectan su experiencia acá. Este artículo trata de las diferencias en experiencias entre muchas estudiantes de intercambio basada en como son – negros, blancos, hispanohablantes antes de venir, lo que sea.


Yo soy negra. Viviendo en los Estados Unidos, me acostumbro al racismo, pero no es tan obvio. Pocas veces, he estado seguido por guardias en los centros comerciales, pero no tengo muchos cuentos aparte de esa. Con la mayoría de personas pobres en los Estados Unidos siendo minorías (negros y latinos), yo sé que hay racismo. Pero por su historia, los Estados Unidos ha evolucionado mucho y la instancia de racismo ha bajado, creando más oportunidades para los negros y otras personas anteriormente discriminadas para avanzar.

Mis padres son de Nigeria, pues me acostumbro a la vida en el tercer mundo. Pero yo vine a Ecuador sabiendo que tendré problemas con mi raíz y mi apariencia. Viviendo en Lumbisí, un barrio casi 40 minutos fuera de Quito, no hay tantos problemas con mi apariencia. Hay un puñado de afro-ecuatorianos en Lumbisí y la mayoría de personas son indígenas y parece abierta de otras identidades. Sin embargo, en Quito la experiencia es completamente diferente. Muchas veces, ser negro en Quito es:

1. Ser seguido por los guardias en centros comerciales como Quicentro cuando sólo estás tratando de relajar.
2. Pedir a un mestizo obtener un taxi para ti porque los taxistas no quieren parar para los negros.
3. Ser el único negro en restaurantes o lugares buenos que no está trabajando.
4. Tener los jóvenes apuntan sus dedos a ti, riendo y haciendo comentarios de su pelo o su piel.
Etc.

Pero esta experiencia es más o menos sólo limitada a Ecuador. Durante Semana Santa, fui a Lima, Perú y me quedé con la familia de mi amiga en los Estados Unidos. Mi experiencia de ser negra en Lima era INCREIBLE. Las personas en Lima eran más amables a mí que personas en Quito. Muchas veces, personas me paraban, me hablaban, y querían ser mis amigos. Mientras que me siento como soy una animal en el zoológico cuando estoy en Quito, cuando estuve en Perú me sentí como yo soy – un humano con sentimientos y emociones afectados por el racismo.

Experiencias con grandes contrastes de los Estados Unidos no son limitadas a los negros. Cada persona, con su apariencia diferente, su conocimiento de la lengua española, etc. tiene sus propias barreras en su vida ecuatoriana. Bridget O, una estudiante en su tercer año de la Universidad de Georgetown que ha estudiado español por muchos años me contó de sus experiencias de una mujer blanca en Ecuador. “Me siento desvalorada” dijo. “Cuando camino por las calles los hombres me gritan ‘saludos,’ pero no me parecen saludos. Ellos me complementan mi belleza, pero yo sé que sólo me complementan porque soy gringa y parezco diferente.” En comparación vivir en los Estados Unidos, “Todo es diferente. No parezco diferente. No soy la minoría. La realidad que soy blanca no me parece tan obvio como aquí.”

Diego H, un estudiante en su segundo año de la Universidad de Boston me contó de sus experiencias de ser salvadoreño que habla español como su lengua nativa. “Hablando español me ayuda mucho,” me dijo. “La barrera entre yo y los otros ecuatorianos es menos que con los otros gringos. He ido a El Salvador y en muchos aspectos me acostumbro a la vida latinoamericana. Aquí, me siento más cómodo. En los EEUU parezco una minoría – mi piel moreno es obvio. Pero aquí, físicamente y culturalmente no soy la minoría. Por mi acento, muchas veces cuando hablo personas me piden de donde soy, pero no hay problemas con este.”

Charlotte P, una estudiante en su tercer año de la Universidad de Illinois me contó de sus experiencias de ser una gringa en Ecuador, fuera de los Estados Unidos por primera vez. “Llegué a estar consciente del color de mi piel enseguida, como cuando estoy en el bus y todas las personas me fijan en mí.” En comparación a los EEUU, ella dijo que “nunca tenía problemas así porque ser blanco es ser normal. Durante tiempos así, no me siento incómoda pero yo sé que sólo es una nueva experiencia, una nueva cultura, y una nueva manera de la vida. Los piropos no me molestan porque esto pasa en los Estados Unidos también.”

Mohshai C, una estudiante en su tercer año de la Universidad de Texas A&M me contó de sus experiencias de una mujer de raíces mezcladas que ha estudiado español casi todo su vida. “He estado aquí desde agosto. Antes de venir aquí, estudié sociología pues sabía que hay problemas de racismo en Latinoamérica. En los Estados Unidos no he tenido muchas experiencias con el racismo. Por la razón que soy mezclada, parezco latina y por eso, no he tenido experiencias con racismo aquí.” Con respecto a los piropos “Ecuador me hace sentir bonita, ¡porque todas las personas me hablan y me dicen que soy bonita casi todos los días!”

Tyler S, un estudiante en su segundo año en la Universidad de Boston me contó de sus experiencias de un hombre medio chino, medio estadounidense. “Por la razón que soy medio chino, mi apariencia es diferente que TODAS las personas en este país pero no me ha afectado en una manera negativa. He estudiado mucho español pero nunca he ido a un país hispanohablante. El español en la aula es tan diferente que el español aquí, pero he recibido mucha ayuda de mi familia ecuatoriana y la universidad.”

Katie M, una estudiante en su tercer año en la Universidad de Georgetown me contó de sus experiencias de una gringa que está fluida en español desde su niñez. “Yo admito que muchas veces soy ignorante. No me percato cuando personas están hablando a mí, especialmente con respecto a los piropos. Por la razón que soy blanca, personas siempre me quieren hablar en inglés. Vine aquí hablar ESPAÑOL, no INGLÉS y hablo español perfectamente porque en los Estados Unidos, fui a una escuela de la emersión española completamente por 5 años. Pero a pesar de eso, no me siento que las reacciones de personas a mí son tan fuertes. Viví en un pueblito en China por un año antes de asistir a la universidad, y las reacciones fueron más fuertes. Muchas personas nunca habían visto a una persona blanca. Una vez, una niña me miró y lloró. Aquí no es tan fuerte. Hay más blancas, especialmente aquí en Cumbayá.”

Con respecto hacer amigos ecuatorianos a pesar de las diferencias entre las culturas, personas me han contado experiencias diferentes también dependiente en sus antecedentes. Bridget O. me dijo que “la mayoría de mis amigos ecuatorianos son estudiantes estudiando Relaciones Internacionales. Aunque somos amigos, pienso que ellos quieren ser amigos conmigo porque soy diferente y ellos quieren aprender una cultura y vida diferente por sus estudios.” Diego H me dijo que “porque soy hispanohablante, es tan fácil hacer amigos ecuatorianos.” Charlotte P. me dijo que “en el principio, era muy difícil porque no hablé bien español. Pero ahora, después de 4 meses aquí mi español ha mejorado mucho y he empezado a hacer amigos ecuatorianos porque los puedo hablar a ellos mejor.” Mohshai C. dijo que “aquí es difícil hacer amigos porque muchas personas ya tienen sus propios amigos y no parecen querer hacer nuevos. Sólo he hecho amigos ecuatorianos este semestre, y la mayoría de ellos han estudiado en el extranjero antes y son amables a estudiantes del extranjero.”

En general, las experiencias de cada persona han sido tan diferentes. Su género, su raíz, su antecedente y su nivel de español son factores claves que han afectado las vidas ecuatorianas de cada persona. En mi mente, la combinación de las experiencias de todos los extranjeros es como un árbol. Cada persona representa una raíz diferente en el árbol, viniendo de lugares diferentes. Llegando aquí, todos los extranjeros se han combinado, creando el tronco del árbol. De nuestros pasados diferentes y todas nuestras experiencias, hemos crecido en un árbol grande y bonito con muchas frutas diferentes, representando quienes somos ahora después de 4 meses en Ecuador. A pesar de las experiencias malas y buenas, todos los extranjeros están de acuerdo de que han crecido y aprendido mucho en este país. Vinimos aquí con antecedentes diferentes y regresáramos a los Estados Unidos con una pieza de Ecuador entrelazada en nuestras identidades.